sábado, 21 de abril de 2007

Rojo carmesí


Cuando de niño cambiaba de casa como de ropa interior allá en su Inglaterra natal. Y entre mudanza y mudanza, hurgaba en las gavetas de maquillaje de su madre, poniéndose a jugar con el lápiz labial rojo carmesí favorito de la señora Smith, pintando sus labios para luego, al ser descubierto, intentar borrarlos con el dorso de su mano, quedando más que unos labios perfectos un manchón rojo. Unos segundos después descubrió los delineadores de ojos negros como el carbón, haciendo juego.

Amante de las arañas, o queriendo serlo, en una época en que el under punk oscuro estaba de moda y había que resaltar de los demás, su pelo se transformo como si se tratara de uno de estos animalitos pero de forma gigante. Con su tez pálida de no ver el sol, y mucha ropa negra, Robert estaba hecho y había nacido su Cura, como hoy.

Acompañado con su Mary desde los 14 años, su Love Song particular, poeta musical que a veces es depresivo y otras veces alegre, como la vida misma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

COMO SIEMPRE SORPRENDES
LA VERSATILIDAD PARA ESCRIBIR UN POCO DE TODO
INDICAN UN MUY RICO MUNDO INTERIOR

GRACIAS POR TUS NOTAS

mauricio dijo...

el mundo real: es finito y vano, monotono y superficial,
nuestra mente: es versatil, infinita, impredecible como thecure,
el hombre crea y destruye, en nuestra mente esta todo lo bueno y lo malo,
en nuestra mente esta la cura, en mi mente esta the cure