jueves, 5 de abril de 2007

El gran oso


El día de ayer se conmemora la muerte agradable, esparcida en el rio Ganges en la India, de las cenizas de Jerome John “Jerrry” García, nacido en San Francisco, nieto de un español emigrado a los estados unidos de norte américa, fundador y líder visible, aunque nunca quiso serlo, de Grateful Dead, la banda hippie por excelencia. El “capitán viajes”, apodo ganado gracias a sus famosos experimentos con ácidos alucinógenos, murió a los pocos días de cumplir los 53 años de edad por un ataque al corazón recostado en una cama del centro de rehabilitación para toxicómanos donde se alojaba luego de una recaída depresiva.

Fue famoso por fusionar para los Deads los sonidos del rock, folk, bluegrass, blues, country y jazz en un mundo psicodélico, desde sus guitarras, incluyendo el difícil pedal steel guitar, y su banjo, sin aquel dedo menos que le corto accidentalmente su hermano con un hacha, cuando en tareas del hogar a la edad de 8 años cortaban leña.

Para los Deadheads, nombre que llevan los fanáticos de la banda que los perseguían por todos los estados unidos en sus infinitas e imparables giras, Jerry es su Dios.

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