Cada vez que miro los árboles que dan cobijo a la casa me pregunto cuantas imágenes habrán visto pasar y cuantos pájaros en sus ramas posar, o cuantas ardillas habrán correteado haciéndole cosquillas. Me pregunto si estará cansado, y recuerdo, para variar, unas estrofas de un poema convertido en canción.
No las mueve el viento ni las quema el sol
Se caen de tus ramas
Hiriendo la tierra
Y te dejan solo
Son sombra y sin sol.
Te arropas de lluvia y el día baila gris
Tu sitio es el mismo de hace tanto tiempo
Crecistes hasta el cielo
Sin poder entrar.
Que nadie te va a escuchar
Háblame de los seco
De esta tierra antigua
Cuéntame de la vida en este lugar.
Tu canto nocturno es triste también
Tu pasado siglo y tu sueño de aire
Espíritu seco
Dueño del lugar.
Se esconde en tus ramas a morir de amor
Tan sólo recuerda lo que hoy conversamos
Olvida mi nombre y vuelve a dormir.
Siempre en el mismo lugar
Háblame de los seco
De esta tierra antigua
Gigante adormecido
De tanto esperar".
2 comentarios:
Cuantos no nos sentimos árboles alguna vez... gracias a Dios siempre pasan fuertes brisas que te abren los ojos para no echar raices en tierra infertil...
Me encanta tu blog...
TODOS EL TIEMPO QUE LEO TU BLOG ME ENCANTA TODO
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